TIPS sexuales y otras mentiras

Buenos días por la mañana!

Hoy me estreno en el blog de Sexperimenta Kleido, aunque no soy una "Virgin-Blogger"! Y como no, lo suyo es conocer otros "Sex Bloggers" y sus publicaciones. Lo que me trae a la moda de los "tips", o en castellano: consejos o trucos.

¿Quién no ha leído alguna publicación en la que daban los 10 mejores trucos para satisfacer a tu pareja, encontrar el punto G, o hacer una buena felación? Sed sinceros, querer ser buen amante no es un pecado. Pero sí lo es pretender que esos "tips", consejos, o trucos, valen para todo el mundo. Porque si una cosa hemos intentado inculcar hasta la saciedad desde la Sexología es la diversidad sexual. Conocerse, aceptarse y satisfacerse, tres principios básicos para una sexualidad satisfactoria y saludable. Y si la diversidad es eso, DIVERSA, ¿cómo esos 10 tips responden a mi necesidad, deseabilidad y satisfacción?

Me declaro en contra de estos "tips" estereotipados y a favor del autoconocimiento, la autoexploración y la libertad de comunicar a tu pareja sexual (afectiva o no) de tus preferencias.

En ocasiones, nos hemos encontrado personas con vergüenza o temor, tanto en su autoexploración como en la comunicación de sus preferencias. Esta cuestión, personalmente, me resulta importante y necesaria de atención desde nuestras consultas y charlas, como sexólogos, psicólogos, educadores o simplemente personas que se preocupan son una sexualidad sana, personal y cultural.

Entendedme, no todos los post de "tips" son reprochables. Simplemente hay que entender e interiorizar que esos trucos o consejos son vivencias, de un número de personas, que no responden a toda la diversidad sexual que existe, y que puede no corresponder a tus/mis necesidades, preferencias o anatomía.

No hay que tomar esos consejos como la ley inviolable de la anatomía y deseo sexual de la persona que tenemos delante. Es por eso que no debemos sentirnos ofendidos cuando nuestra pareja sexual nos hace una sugerencia sobre qué o cómo le gustaría, ni sentir pudor a sugerir (sin imponer, ni criticar) qué y cómo nos gustaría.

Por eso, es muy importante saber que el buen amante no es el que sabe muchas técnicas, ha tenido muchos encuentros sexuales, ni ha leído mucho sobre sexo y sus prácticas. Un buen amante es aquel que sabe escuchar con los 5 sentidos.